12 cualidades de un buen Networker esenciales para alimentar la marca personal

En torno al mercado laboral, existen múltiples y conocidos datos, fruto de estudios y estadísticas llevadas a cabo por empresas y consultoras del sector de los RRHH: Siete de cada diez trabajos se consiguen a través de la red de contactos y casi el 75% de las ofertas de empleo nunca se publican, porque se cubren gracias al poder de las recomendaciones o por otros motivos.

Es lo que se conoce como el mercado oculto de empleo.

Hoy quiero compartir con vosotros parte del contenido de un taller que he impartido a través de varios foros titulado «El arte de hacer networking«, en concreto donde detallo cuáles son las 12 cualidades de un buen Networker, con el deseo de que os pueda resultar interesante.

El mundo laboral se está moviendo muy rápido en esta era del conocimiento, con transformaciones digitales, que a su vez traen consigo automatizaciones de procesos, eliminación de puestos de trabajo y nacimiento de nuevas oportunidades, y más ahora, a raíz de las consecuencias de la pandemia que ha asolado a todo el mundo.

En mi opinión, el Networking es mucho más que una moda pasajera. Creo sinceramente que se posiciona como una filosofía y estilo de vida, como una disciplina digna de ser estudiada en profundidad, como un arte en el que te puedes instruir y entrenar si no tienes la suerte de que sea innato en ti.

Algunos expertos definen precisamente el Networking como un arte, en el que no sólo coleccionas tarjetas o acumulas contactos, no. Esa sólo sería la primera pincelada en este lienzo, por continuar con el paralelismo. A partir de ahí, la clave estaría en gestionar, ampliar, cuidar, mimar, mantener viva esa red a través del mundo virtual y también en el terreno físico. Y esa labor, requiere esfuerzo, dedicación, perseverancia, para que ambas partes puedan encontrar espacios de colaboración, de sinergias, donde todos ganen, consolidando relaciones sólidas, duraderas y de confianza.

A continuación, paso a explicaros las 12 cualidades que definen a un buen Networker, aunque probablemente hay muchas más.

  1. Querer ayudar a otras personas. Es importante, desde mi experiencia, tener una intención real y sincera de ayuda a los demás, o dicho de otro modo, si tu única intención es sacar tajada lo antes posible, no sólo se te verá el plumero enseguida, sino que conseguirás probablemente ese objetivo, pero no mantendrás tu red durante demasiado tiempo. Si empiezas a ayudar tú, desinteresadamente, es muy probable que otros también quieran ayudarte a ti.
  2. Tener claro que se trata de un proceso de “siembra”, y como tal, requiere paciencia, tiempo y cuidados. Si no la conocéis, os recomiendo que leáis la historia de “El bambú japonés”. Nos habla precisamente de la necesidad de cultivar la paciencia, confiando en que lo que sembramos, en algún momento dará sus frutos. Pues lo mismo pasa con la red de contactos y con su gestión.
  3. Buena energía, buena actitud y compromiso. Parece obvio, pero os aseguro que no es tan evidente. Si lo pensáis, nos sentimos atraídos de inmediato por las personas que nos transmiten buen rollo, buena energía, alegría, tranquilidad, paz. En cualquier caso, nos gusta estar a su lado, así como nos repelen los iracundos o las personas con un carácter conflictivo. Por eso la actitud es una de las cualidades fundamentales de un buen Networker, así como su grado de compromiso, ya que requiere dedicación y eso lleva tiempo.
  4. Dar y Recibir. Otra de las cualidades de un buen Networker es saber dar, pero también saber recibir de un modo equilibrado. Existen personas que en su afán de dar lo mejor de ellas mismas, no son capaces en ocasiones de estar en el otro lado, y no saben pedir ayuda ni tampoco recibirla. En el equilibrio suele estar la virtud, así que, te invito a que también aprendas a acoger lo que te va llegando. Es un proceso que se retroalimenta.
  5. Formar parte de grupo de personas adecuadas. Es, quizás, una de las cualidades más complicadas, porque requiere diseñar bien la estrategia habiendo definido el objetivo. Hacerse las pregunta ¿Qué quiero conseguir? ¿Qué perfiles de profesionales encajan mejor en ese objetivo para que me aporten y a los que yo les pueda aportar? es el primer paso para gestionar la red de contactos, con el fin de optimizar recursos, tiempos y también posibles sinergias.
  6. Constancia y Disciplina. Son dos cualidades fundamentales en un buen conector o Networker, ya que hemos hablado del Networking como un arte y todo arte, para dominarlo y perfeccionarlo necesita esfuerzo y dedicación y eso se consigue a través de estas dos características.
  7. Ser sociable y sentirse cómodo/a creando relaciones. Efectivamente, esto es así. Hay cosas que se pueden fingir y forzar, pero el buen Networker, se siente como pez en el agua creando y gestionando contactos. Le encanta y eso se percibe. Maneja con mucha habilidad y sin esfuerzo las relaciones interpersonales.
  8. Seguir capacitándose y formándose. No olvidemos que nos movemos en un mundo que no para de evolucionar y el buen Networker quiere aportar, quiere ofrecer siempre un valor añadido a su red de contactos, alimentándose también de ella. La propia red se enriquece gracias a esa inquietud de constante mejora a través de una formación y capacitación continua.
  9. Querer exponerse, ser visible y ser creíble. De nada te sirve querer convertirte en un buen Networker, si no quieres destacar, si lo que te gusta es pasar desapercibido/a, porque una de las cualidades es precisamente esa, exponerse, darse a conocer, a través de las redes sociales, de conferencias, de encuentros, talleres, eventos. En mi opinión, y desde mi experiencia os diré que veo muy importante haber hecho aquí un proceso previo de autoconocimiento y una labor de marca personal, donde primen la transparencia y la autenticidad, valores indispensables para proyectar una imagen que fomente la confianza y la credibilidad.
  10. Conectar de manera diferente con la vida y las personas. Como ya he dicho, veo el Networking como un estilo o una filosofía de vida, donde se van tejiendo redes profesionales pero también personales que no hacen más que ampliar nuestras opciones y oportunidades laborales. Si te empiezas a relacionar exclusivamente movido por un interés puntual o sólo apareces ante tu red cuando tú necesitas algo, pero el resto del tiempo no estás disponible para nadie. Cuando sólo apareces en los momentos delicados y no lo haces en los de bonanza, ofreciendo tu mano a los demás, nunca, en mi opinión, serás un buen Networker. Conseguirás probablemente lo que desees en el momento, pero no estarás creando una red sólida y fiel.
  11. Ser capaz de mostrar vulnerabilidad. A pesar de lo que se nos ha enseñado, la capacidad de mostrarle a los demás nuestras debilidades, nuestros errores, nuestros aprendizajes, ser capaz de pedir perdón, de disculparse con el otro, de reconocer abiertamente que nos hemos equivocado, nos hace grandes ante los ojos de los que nos miran, creedme, o al menos esa ha sido mi experiencia. La prepotencia, la vanidad y la autoestima inflada sólo nos aleja de los demás.
  12. Construir más y mejores relaciones. El buen Networker sabe que la cantidad no lo es todo si no le acompaña su amiga, la calidad. De poco o nada le sirve a un Networker tener muchos contactos si luego no es capaz de mantenerlos y de cuidarlos.

 

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