Perder el trabajo es sin duda una de las experiencias más estresantes para cualquier persona, sin importar las circunstancias (procedente, improcedente, ERE o despido individual), se trata de un estímulo externo que afecta emocional y psicológicamente.
Yo lo viví hace 4 años. En mi caso, me incluyeron en un ERE, y nunca se me olvidará el lugar, el momento, esa imagen de todos mis compañeros reunidos para recibir una información que ninguno esperaba.
No había nada más que fijarse y observar las reacciones que se fueron sucediendo. Te cuento toda esta experiencia en mi libro “Cambiar mi vida a los 40, Sí quiero. Crónica de una reinvención personal y profesional”.
Después, cada persona es un universo y dispone de más o menos herramientas y recursos para gestionarlo, pero no cabe duda de que, cuando eso sucede, alguien está decidiendo por ti algo que tú no habías previsto. Y además, esa decisión atenta, en diferente medida con las tres necesidades básicas del ser humano según la psicología.
La libertad, el amor y la seguridad, son, según Georges Pierret, doctor en medicina y psicoterapeuta gestaltista, esas tres necesidades básicas que interfieren directamente en nuestras emociones.
Cuando te despiden, tu necesidad de AMOR se ve vulnerada porque en esa relación, aunque sea en el plano laboral, se han establecido vínculos emocionales con el proyecto, con la empresa, con los compañeros, con las propias funciones realizadas, e incluso con la propia rutina. Por tanto, ante esa pérdida, emociones como la tristeza, afloran inmediatamente para informarnos de que se ha producido una importante pérdida para nosotros.
También se ve afectada tu necesidad de LIBERTAD, ya que la elección no la has tomado tú, sino otras personas y tú ni has podido, ni puedes hacer nada al respecto. En ese caso, lo más probable es que la emoción de la ira en todas sus variantes se manifieste, para hablarnos de una injusticia, de algo que nosotros procesamos e interpretamos como injusto, al margen de que lo sea o no.
En tercer lugar, cuando una persona pierde su trabajo, se tiene que enfrentar a gestionar otra emoción importantísima y sus derivadas. El miedo es el resultado de que nuestra necesidad de SEGURIDAD se haya visto afrentada porque tener un empleo, de algún modo nos “garantiza” durante el tiempo que lo tenemos, que en mayor o menor medida, sí están cubiertas otras necesidades básicas, ya sabes: comer, pagar hipoteca, facturas, etc.
Me ha parecido importante y relevante contarte todo esto primero para que entiendas, de entrada, si te encuentras en esa situación, que todo lo que te ocurre es absolutamente normal además de que sepas el origen de toda esa marea de pensamientos y emociones que en principio, puedes creer que van a desbordarte.
Por otro lado, y por el tipo de clientes con los que trabajo, en muchos casos, y antes de ponernos manos a la obra con aspectos más prácticos como mejora de CV, Linkedin, estrategias de búsqueda de empleo o prepararles para entrevistas de trabajo con mis sesiones de mentoring veo la necesidad de hacer un trabajo mucho más personal, a través de un proceso de coaching para el desarrollo profesional, en el que la persona pueda trascender y liberarse, a la vez que aprenda a gestionar sus emociones.
Cualquier proceso de búsqueda de empleo, cuando nos han despedido, no os quepa duda de que requiere, previamente de un proceso de búsqueda interior.
Existen muchos artículos e información al respecto, pero en base a mi propia experiencia, por haberlo vivido, y ahora, por trabajarlo con clientes en esa situación, comparto contigo los pasos o claves o puntos fundamentales que en mi opinión, son indispensables para superarlo de un modo saludable.
1. Gestión del duelo con todas sus fases
Pues sí, es un duelo, porque se trata de una pérdida, en este caso no personal, pero sí de una situación, de un medio para mantener equilibrados otros aspectos indispensables de tu vida, de una rutina, de unos hábitos, de unas relaciones personales, etc.
Por lo tanto, procede recordarte las fases del duelo para que entiendas que no eres ningún bicho raro si vas alternándolas, pasando por todas ellas a la vez, o adelantando y retrocediendo con la sensación de no avanzar:
- NEGACIÓN. Es muy común pensar en un principio que es una pesadilla de la que nos van a despertar al día siguiente e incluso que nos van a llamar para decirnos que ha habido un error y que volvamos a incorporarnos.
En esta fase, es muy común querer seguir en contacto con personas que están dentro de la empresa, conocer información del día a día, de cambios, porque en realidad, está experimentando un shock y su respuesta natural es rechazarlo.
Es necesario tomar distancia porque cuanto antes se salga de esa fase, antes avanzaremos hacia la aceptación y nos pondremos a caminar.
- IRA. Ya lo he comentado anteriormente y tiene que ver con una respuesta muy humana ante el hecho de que otros han traspasado los límites de lo que para nosotros era importante y el trabajo incide directamente en nuestra estabilidad financiera, con la incidencia que eso tiene en todo lo demás. “¿Por qué yo?” “¿Por qué a mí?” “No es justo” suelen ser frases muy recurrentes en esta fase. Cuidado además, porque, aunque lo comentaré a continuación en otra de las claves, en esta fase y al hacernos estas preguntas, podemos estar dibujando una creencia del tipo: “No soy lo suficientemente bueno” y eso afecta directamente a nuestra autoestima. Te invito a leer un post que publiqué hace tiempo titulado ¿Cómo saber mi nivel de autoestima?
- NEGOCIACIÓN. Esta fase suele durar poco, ya que, la persona empieza a tomar consciencia con la realidad, a desvincularse de lo pasado y a darse cuenta de su presente y también a pensar en su futuro. Antes de iniciar la búsqueda, es recomendable que para ocupar el tiempo con el que ahora cuenta, que inicie alguna formación que le tenga ocupado u ocupada, aunque todavía no sea una formación que esté enfocada hacia su próximo empleo. Yo aquí suelo recomendar realizar formaciones gratuitas. Existen miles de opciones en Internet, con contenidos muy buenos, de gran calidad y sin demasiado coste.
- DEPRESIÓN. Entendiéndola como respuesta adaptativa y como parte indispensable del proceso de duelo. Hemos tenido una pérdida y lo sano y saludable es llorarla, permitiendo a la emoción de la tristeza que se exprese con total naturalidad. También en esta fase afloran miedos, incertidumbres y es muy común sentirse más irascible de lo normal además de correr el riesgo de caer en el pozo del victimismo. En ocasiones, puede que la persona necesite la ayuda de algún profesional. Si es así, yo siempre recomiendo ser honesto con uno mismo y no tener ningún miedo a hacerlo, porque para eso están, para aliviarnos el camino.
- ACEPTACIÓN. Aceptar la nueva situación también significa sanar la relación que hemos tenido con la empresa, asumir la nueva realidad y tomar una actitud de optimismo, visualizando oportunidades, proyectos, siendo capaz de ilusionarse con ellos. Además, en esta etapa, ya somos capaces de mirar atrás sin ningún sentimiento de rencor, sino de agradecimiento, reconociendo todo lo que nos ha aportado esa experiencia a nivel de aprendizaje y deseando aplicarlo en próximos proyectos.
2. Evita tomártelo como algo personal
Es muy humano por otro lado hacerlo, en el momento en el que te están obligando a marcharte de un lugar del que a lo mejor no quieres irte, porque somos seres sociales, porque buscamos la aceptación y el reconocimiento de la manada, por cuestiones muy arraigadas y propias de nuestra condición de ser humanos.
Sin embargo, a raíz de un despido, crear pensamientos del tipo, “¿Qué tengo yo de malo?” “No soy lo suficientemente bueno para ellos”, “Otros se quedan pero yo no, ¿por qué?”, incidirá negativamente en nuestra autoestima y perjudicará nuestro avance en ese camino del duelo.
En una empresa suceden muchas cosas ajenas a nosotros mismos, pero si crees que toda la responsabilidad de tu despido sí ha sido tuya, entonces ahí, puede que quieras o tomes la decisión de asumirlo e intentar buscar la manera de solucionarlo.
3. Hazte la pregunta ¿Qué ha tenido de bueno toda esta experiencia?
Cuanto antes empieces a responder a este tipo de cuestiones, antes iniciarás la limpieza emocional tan necesaria, no sólo para pasar página, sino para extraer tus aprendizajes, poniendo el foco en lo positivo y preparándote para iniciar con seguridad y confianza una nueva etapa profesional y personal.
Es muy normal que sientas que tu autoconfianza y tu seguridad se ha devaluado, pero para recobrarlas, te recomiendo que tengas paciencia y mucha comprensión contigo. Hace algún tiempo escribí un post titulado ¿Cómo aumentar la confianza y la seguridad en uno mismo o una misma?. Te invito a que le eches un vistazo.
4. Ni te aceleres ni tomes decisiones precipitadas
Y por supuesto, si te lo puedes permitir, lo mejor es que te tomes un descanso o al menos unos días antes de iniciar tu búsqueda de empleo.
Cuando me sucedió a mí, reconozco que cometí varios errores y uno fue ese, el de dejarme apoderar por los nervios y la ansiedad que me provocaba pensar que al día siguiente me levantaría y no tenía ninguna obligación, nada en la agenda, mi tiempo organizado por otros. En lugar de parar y darme cuenta de que había estado casi 18 años seguidos trabajando y que ahora disponía de un tiempo y un buen colchón económico para relajarme unos meses, tomé varias decisiones precipitadas y equivocadas.
No me arrepiento, pero creo que hubiese sido mejor respirar y simplemente descansar unos días, alejarme de todo.
5. Identifica tu rol victimista o intención de venganza
Puede que tú no te des cuenta, pero seguramente los que te rodean sí sean capaces de verlo. Avísales y pídeles que te lo comenten porque de verdad que con esa actitud a la única persona a la que vas a perjudicar es a ti mismo o a ti misma, ya que alimentarás la creencia de que tú no has podido hacer nada para evitarlo y que tampoco tienes ningún poder ni influencia, ni siquiera responsabilidad sobre tu vida.
Si se instala en ti esa creencia, te perjudicará porque te situará en un sistema emocional reactivo, donde tu autonomía emocional quedará absolutamente mermada. ¿Te merece la pena y de hecho, quieres en serio darle ese poder al resto del mundo sobre tu vida?
6. Entrena tu actitud positiva
Pues sí, en esta situación es preciso entrenarla porque necesitamos conscientemente planificarnos momentos al día de realizar alguna actividad que nos conduzca a pensamientos positivos y alegres.
Rodéate de contenidos televisivos que te gusten y que te hagan reír, de personas optimistas, haz ejercicio, ponte música, lleva a cabo algún plan que siempre tuviste en mente, regálate un momento o algo que tenga algún significado especial y que te haga sentir bien contigo.
Cuando nos hemos quedado en el paro, en serio, es preciso que nos saquemos a nosotros mismos a flote con otro tipo de pensamientos para no acabar hundidos.
7. ¿Qué te parece si aprovechas este momento para conocerte mejor?
Sin ninguna duda. La mejor de mis decisiones fue la de mirar hacia dentro, decidir que quería hacer un proceso profundo de autoconocimiento, sabiendo que era precisamente desde ahí, donde recobraría toda mi fuerza, mi energía, sanaría mi autoestima y me volvería a encontrar conmigo, con mi esencia. Y desde ahí, volvería a estar preparada para entrar de nuevo en el juego.
En mi caso, tomé la decisión de realizar un Master en Coaching, Inteligencia Emocional, PNL, Risoterapia, Mindfulness, etc, que no sólo me ayudó a recorrer ese camino de autoconocimiento, sino que despejó todas mis dudas, permitiendo que aflorara nítida mi verdadera vocación y regalándome alguna de las herramientas que actualmente utilizo y ofrezco como servicios para ayudar a personas que también se encuentran en un proceso de reinvención profesional o personal.
Siempre digo que el camino de autoconocimiento lo puedes hacer sólo o acompañado por un Coach de desarrollo profesional. Llegarás al mismo sitio, pero probablemente, si pides ayuda, llegarás antes.
Un proceso de coaching personal o coaching para el desarrollo profesional, sin duda, puede ser de gran ayuda.
8. Haz un proceso de Reinvención Profesional o Personal
Mira tú por dónde, y aunque ahora ni siquiera puedas darte cuenta de ello, a lo mejor hasta te han hecho un favor despidiéndote porque era la patada que te hacía falta para lanzarte a por ese proyecto que te venía rondando en la cabeza desde hace tiempo pero que nunca veías el momento.
El proceso de autoconocimiento te va a ayudar para muchas cosas, y entre ellas para volver a conectar contigo, con tu esencia, con aquello que te sale de manera natural, con tus verdaderos talentos, pasiones, así como con lo que verdaderamente es importante para ti.
Entiendo la Reinvención Profesional o personal, no como algo que haces con un principio y un final, sino como una filosofía de vida. Hablo de ello y de mi propio proceso de reinvención en este post: “¿Cómo Reinventarme profesionalmente después de los 40? 15 claves para realizar un proceso de reinvención personal y profesional”.
9. Persigue tus sueños con corazón y con cabeza
Es uno de mis mantras y una de las frases que les digo a las personas que se ponen en contacto conmigo para ayudarles en sus procesos de cambio o reinvención profesional.
Es muy importante que cada uno tenga muy claro con lo que cuenta, es decir, hablando en plata, ser muy realista con tu colchón financiero. ¿Has percibido una importante indemnización que te permite relajarte durante un tiempo? ¿Tienes por delante varios meses de paro? ¿Crees que vas a tener cubiertas tus necesidades básicas?
Siempre, y en la primera llamada que ofrezco de manera totalmente GRATUITA para tener una toma de contacto, trato de conocer la situación económica de la persona para saber cuál es su urgencia en la búsqueda de empleo.
De ese modo, establecemos objetivos a corto, medio o largo plazo, sabiendo que si no se cubren esas necesidades básicas, el sueño de reinvención se puede convertir en una pesadilla. Es preciso ser realista y a partir de ahí, diseñar un plan de acción coherente y sensato.
10. Buscar trabajo es un trabajo. Pide ayuda
Cuando me quedé en el paro, busqué ayuda. Llevaba casi 18 años trabajando y no tenía ni idea de cómo habían cambiado las cosas ni los pasos que tenía que dar para buscar empleo.
Contraté a un asesor particular de Linkedin, busqué artículos, publicaciones, solicité los servicios de orientación laboral que te ofrecen en el SEPE, pero todo se me quedaba bastante corto en mi opinión.
Ahí fue cuando me di cuenta de que los servicios que ofrecen las consultoras de outplacement, a las que contratan las empresas cuando despiden a sus empleados, era precisamente lo que yo quería ofrecer pero de un modo particular.
Gracias además a mi etapa como consultora de selección en una importante multinacional, y a toda mi experiencia en selección y formación, pude aglutinar en mi catálogo de servicios, todo lo que yo consideraba indispensable para entrenar a las personas en la búsqueda de empleo.
Análisis del perfil profesional, de las competencias, del mercado laboral, elaboración del Currículum, coordinación con el perfil de Linkedin, estrategias para la búsqueda de empleo o preparación a través del role play para entrevistas de trabajo, son algunas de las sesiones de mentoring que ofrezco y que te invito a descubrir, ya sabes, por si te animas a pedir ayuda.
Ojalá que estas recomendaciones o claves o pasos te hayan gustado y sobre todo, te sirvan de ayuda en tu nuevo camino, porque amigo o amiga que me lees, no dudes de que algo se ha terminado pero también de que gracias a ello, algo nuevo empieza ahora para ti.
Espero que pronto puedas verlo así. De momento, se paciente y comprensivo contigo como lo serías con cualquier persona a la que quieres que de pronto le despiden.
¡A por todas!!!!